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04 enero, 2015

Fuerzas productivas de producción

Fuerzas productivas de producción. Las fuerzas productivas de la sociedad están constituidas por la fuerza humana de trabajo ("los obreros, los trabajadores, son la primordial fuerza productiva de toda la humanidad", Lenin) y los medios de producción (incluimos aquí a las condiciones geográficas, entendidas como la parte de la naturaleza usada como medio de producción; ejemplo, la tierra) que usa el hombre -durante el proceso de trabajo- para crear los bienes materiales y necesarios para su existencia. Podemos observar dos aspectos de las fuerzas productivas: su nivel y su carácter.

Es posible examinar cuantitativamente el avance de las fuerzas productivas, por medio de estudios demográficos, del análisis de la productividad, de las posibilidades técnicas, etc. Incluso es posible y útil medir el potencial de las fuerzas productivas de una sociedad determinada en un momento dado reduciendo a un valor común la "fuerza" desplazada por la acción del trabajo humano y los medios utilizados en él; de esta manera podría expresarse el desarrollo de las fuerzas productivas tomando como base el valor del producto social global (la masa de bienes materiales producidos por una sociedad durante un año); el peso de la fuerza de trabajo podrá medirse por el número de horas de trabajo; e incluso -usando complejos cálculos físico-matemáticos de medición- podría llegar a establecerse un valor teórico común a las diferentes fuerzas productivas, expresado en términos de unidades de energía como el caballo de vapor (esfuerzo necesario para levantar a un metro de altura, un segundo, 75 kilogramos de peso) o bien en otros equivalentes como el kilogramo, el julio, etc. Al menos teóricamente, podría llegar a decirse que en una sociedad dada se emplean, por ejemplo, 10 kilogramos por habitante al día, mientras que en otra solamente 6/Kgm/Hab/día.

Es evidente que es importante este tipo de análisis cuantitativos, totalmente descuidados por los investigadores marxistas. Pero tan importante como esto es el aspecto cualitativo: las fuerzas productivas adquieren un carácter específico y adoptan estructuras peculiares. Aquí es necesario cuidar de no confundir la estructura específica de las fuerzas productivas con las relaciones de producción: éstas son, en efecto, la forma social con que se presentan las fuerzas productivas. Es evidente que no será posible estudiar éstas últimas, que son el contenido de la estructura económica haciendo caso omiso de la forma económica y social con que se manifiestan. "En la producción -dice Marx- los hombres no actúan solamente sobre la naturaleza, sino que actúan también los unos sobre los otros. No pueden producir sin asociarse de un cierto modo, para actuar en común y establecer un intercambio de actividades. Para producir, los hombres contraen determinados vínculos y relaciones, y a través de estos vínculos y relaciones sociales, y sólo a través de ellos, es cómo se relacionan con la naturaleza y cómo se efectúa la producción". Por esto no es posible hablar de una estructura social de las relaciones del hombre con la naturaleza separada de otra estructura social diferente referida a las relaciones que se establecen entre unos hombres y otros. La estructura social de las fuerzas productivas (relación productiva del hombre con la naturaleza) son las relaciones de producción (relación de los hombres entre sí). Pero esto no impide que exista otro tipo de estructuración al nivel específico de las fuerzas productivas, una estructura técnica y demográfica, si se quiere. La estructura concreta de las fuerzas productivas se refiere a las formas de encadenamiento entre sus diferentes componentes internos (medios de producción, fuerza de trabajo), al peso e importancia de cada componente en relación al resto, a la división técnica del trabajo, a las diferentes formas de resolver un mismo problema técnico, a la estructura demográfica del población trabajadora, etc.

En general, hemos hecho referencia a las fuerzas productivas materiales, pero cabe considerar también al caudal de conocimientos y experiencias transmitido de generación en generación como un aspecto de las fuerzas productivas; "...un análisis más detenido revelará también que todas las relaciones [de producción] disueltas fueron posibles sólo al alcanzarse un cierto grado de desarrollo de las fuerzas productivas materiales (y por consiguiente, también de las mentales)" (Marx, Formaciones económicas precapitalistas). Por esto la ciencia juega un doble papel en la sociedad: es al mismo tiempo una fuerza productiva y una forma de conciencia social.

Fuente: Bartra, Roger en Breve diccionario de sociología marxista;  Editorial Griijalbo, México, D.F. 1973; pp 85-87

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