Reflexión de la lectura.
Por Flor Elena Mora Corrales
Pese a que Estados Unidos contaba ya con una constitución, esta no había pasado la prueba más difícil. Aparentemente en ella el pueblo americano se reconocía como una sola nación, no obstante, el desarrollo económico y la diversidad cultural, pusieron en discordia la unidad y fortaleza que habían demostrado en la guerra de independencia.
Fue por ello que muchos estadounidenses pusieron en duda el sistema político y no vieron tan claro como muchos veían que la constitución establecía que la unión americana era una Nación, sino que inferían de su articulado que por lo contrario aquello constituía solamente una confederación de estados.
Con el paso de los años se hizo necesario tomar una decisión y el distinto desarrollo económico, político y social que adquirían por una parte el norte del país y por otro el sur aceleró este acontecimiento.
El progreso de la parte sureña se basó principalmente en la agricultura. Tenía todo para ello, el clima le favorecía se expandía territorialmente, el algodón era un cultivo muy socorrido en el área y muy demandado mundialmente, pero sobre todo el factor que levantó económicamente a esta región fue la esclavitud. Las técnicas agrícolas eran muy rudimentarias y se ocupaba mucha mano de obra y esta institución le proporcionó casi toda la que demandaba.
Aunque el norte también tenía un avanzado desarrollo económico, las estructuras sociales creadas en una y otra región fueron muy distintas. En el sur una casta aristocrática fue cobrando vida. Eran los propietarios de las grandes plantaciones, los adinerados quienes hacían enorme contraste con los campesinos pobres y los esclavos negros.
Norteamérica, de ser el pregonero de la libertad se contradecía con la presencia de la esclavitud en su propio seno. Es por ello que esta institución pretendía ser erradicada y los llamados abolicionistas dieron una ardua lucha para ello. No obstante que nunca fueron mayoría hicieron una campaña que asustó a los esclavistas del sur.
Cuando Lincoln asumió la presidencia, los sureños vieron amenazados erróneamente su derecho a ser propietarios de otros humanos y redactaron la declaración de secesión de los Estados Unidos para formar parte de los Estados Confederados.
El término de esta disputa fue una guerra que cobró aproximadamente medio millón de muertes y aunque la esclavitud veía cerca su fin como institución a nivel mundial, los sureños estaban tan asustados que no vieron que Lincoln no era abolicionista, si acaso era un visionario que previendo un futuro prominente para aquella nación no dudó de mantenerla unida aunque sea por la fuerza.
Como lo deja claro el autor, si Abraham Lincoln abolió dicha institución fue después de que vio que el sur estaba totalmente derrotado y aprovechó la ocasión para erradicar esa práctica con la que personalmente no comulgaba pero que en otras circunstancias no habría hecho gran cosa por eliminarla.
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