Las pinturas rupestres de Lascaux figuran entre las obras de arte más antiguas conocidas. Fueron descubiertas en 1940 cerca del pueblo de Montignac, en el centro de Francia, por cuatro adolescentes que se metieron en una cueva. Dentro hallaron varias salas con cerca de 1500 pinturas de animales que datan de hace entre 15 000 y 17 000 años.
Hay varias teorías sobre el propósito de esas pinturas. Un rasgo natural de la caverna pudo haber sugerido la silueta de un animal a un observador prehistórico, que después hizo algunos añadidos para transmitir esa imagen a otras personas. Dado que muchas de estas obras están en lugares inaccesibles de la cueva, pudieron tal vez usarse en rituales mágicos.
Posiblemente, aquellas gentes creían que dibujar animales, sobre todo si se hacía con mucha precisión, permitiría ejercer el control sobre esas bestias o traerlas hacia su territorio en tiempos de escasez.
Los animales están esbozados o silueteados, y se muestran a me-nudo en lo que se conoce como perspectiva retorcida, es decir, con sus cabezas de perfil pero sus cuernos mirando al frente. Muchas de estas imágenes incluyen puntos, pautas lineales y otros elementos de diseño que pueden tener un significado simbólico.
La sala más espléndida de esta caverna, bautizada como la Sala de los Toros, cuenta con un relato artístico: de izquierda a derecha, las imágenes representan la caza y captura de una manada de bisontes.
La cueva se abrió al público en cuanto las pinturas fueron examinadas y catalogadas como originarias del Paleolítico, allá por 1948. Sin embargo, siete años después se comprobó que la afluencia de hasta 1200 visitantes al día estaba dañando las imágenes. Pese a que se tomaron medidas para protegerlas, la cueva se cerró definitivamente en 1963. Eso sí, para satisfacer la demanda del público, en 1983 se construyó una réplica a escala real a tan sólo 200 metros de la caverna original.
OTROS DATOS DE INTERÉS
1.Los artistas rupestres cuidaban mucho ¡a perspectiva visual: pintaban las figuras en lo alto del muro de forma que no apareciesen distorsionadas para el espectador.
2.La única figura humana de la cueva está representada en la llamada Escena del Pozo. El hecho de que esté dibujada de una forma más tosca que las imágenes de animales sugiere que no le atribuían poderes mágicos.
Fuente: 365 días para ser más culto/ Kidder y Oppenheim
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