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22 septiembre, 2009

LAS IZQUIERDAS Y DERECHAS DE NORBERTO BOBBIO


Por Flor Elena Mora Corrales

Norberto Bobbio reafirma la vigencia de las categorías izquierda y derecha y sugiere que la distinción entre una y otra ideología depende del tratamiento que se haga alrededor de el concepto de igualdad.

Bobbio fue un jurista, filósofo y politólogo nacido en Italia en 1909. Le tocó vivir acontecimientos históricos muy importantes que dejaron una profunda huella en su pensamiento, como la segunda guerra mundial y evidentemente el régimen fascista de Mussolini.

Antes del ascenso del actual presidente de Italia, Silvio Berlusconi, Norberto Bobbio sostuvo que era un deber moral impedir que éste ganara las elecciones.

A pocos días que se llevara a cabo el “jubileo 2000” también acusó al Papa Juan Pablo II, Karol Wojtyla, de ser un “perfecto papa de la contrarreforma” criticando la elección del Tomás Moro como el santo de los políticos.

Bobbio muere en el año 2004 contando con 94 años de edad. Sin duda alguna fue un gran influyente en la ciencia política y en el derecho.

Teniendo muchas obras en su haber, por ahora nos concentraremos en su libro llamado “izquierda y derecha”, en la que además de definir el punto toral de distinción entre una y otra ideología, defiende apasionadamente la vigencia de estas categorías opuestas entre si.

Para Bobbio, la dicotomía no es izquierda y derecha sino izquierdas y derechas pues al interior de cada una hay graduaciones importantes.

Las izquierdas y las derechas no sólo son ideologías, antitéticas, sino programas contrapuestos para la solución de conflictos, es decir acción política contrastante. Izquierda y derecha son intereses y valoraciones distintos que le darán rumbo a la sociedad.

Pero, ¿cómo distinguimos la pertenencia a una u otra categoría?

Bobbio dice que es posible si analizamos el tratamiento que se hace sobre el ideal de “la igualdad”.

El concepto de igualdad no es absoluto sino relativo. Para analizarlo eficazmente debemos responder a las preguntas: igualdad entre quien, en qué y basándose en qué criterio?
Tomando en cuenta estas tres variables nos damos cuenta que la igualdad puede entenderse de muchas maneras.

Para las decisiones de políticas igualitarias deben aplicar entonces varios criterios como necesidad, mérito, capacidad, clase, esfuerzo, entre otros.

Sin embargo hay quienes no distinguen estas variables y le dan al ideal de igualdad un valor absoluto, sin matices. A esta tendencia Bobbio la denomina igualitarismo.

Un ejemplo claro de igualitarismo está en los argumentos del ministro de la Suprema Corte De Justicia, Mariano Azuela cuando con motivo del pronunciamiento que debía hacer respecto de la LEY TELEVISA sostuvo que la legislación no debía otorgarles mayores facilidades a las comunidades indígenas para la obtención de concesiones de radio o televisión pues tanto esas comunidades como los empresarios se encontraban en libertad para obtenerlas y si en los hechos unos no las obtenían era porque no tenían el suficiente poder adquisitivo para comprarlas. El Estado pues, no debía convertirse en proteccionista.

Mariano azuela propugnaba de esta forma que debían pronunciarse a favor de la igualdad de derechos para todos.

Tanto izquierdas como derechas reconocen que los hombres son tan iguales como diferentes pero es la actitud que se toma ante esos hechos la que debe observarse para distinguir quienes son de izquierdas y quienes de derechas.

La izquierda, según el análisis de Bobbio tiene tendencias igualitarias porque tiende a atenuar las diferencias mientras que la derecha promueve políticas no igualitarias porque pone especial acento en promover las diferencias.

Esto se debe a la distinta percepción y valoración que ambas tienen de aquello que hace a los humanos iguales y a la vez diferentes.

Es decir, ¿Qué puede justificar una discriminación? ¿Qué criterios nos deben guiar para salvaguardar nuestras diferencias o nuestras similitudes? En la respuesta que se de a estos cuestionamientos se apoya la diferencia.

Hay dos estatus de desigualdad: la desigualdad natural que a veces es posible corregir pero en su mayoría es imposible eliminar; y por otra parte las desigualdades sociales que se pueden corregir, eliminar y en algunos casos únicamente es posible no fomentar.

La izquierda sostiene o debería sostener que la diferencia surgida por las desigualdades naturales o las sociales que depende de nacer en una familia o en otra o bien en una región o en otra es distinta a las desigualdades que dependen de nuestras capacidades, de los fines a conseguir, de la diferencia del esfuerzo empleado, entre otros. La diferencia del estatus no debería tener una influencia sobre el tratamiento de las unas y las otras.

Por ejemplo, el establecimiento de los derechos sociales, como el derecho a la educación, el trabajo, el derecho a la salud, tienden a remover o por lo menos a atenuar las desigualdades sociales.

Según el pensamiento de Norberto Bobbio, la derecha no busca tampoco conservar todas las desigualdades, sino que es más desigualitaria.

La derecha afirma que una mejor convivencia social es el resultado de aceptar esa diversidad.

Pese a lo anterior no hay que confundir, aceptar la diversidad en la derecha significa admitir que el origen de las desigualdades humanas son naturales y como tales son eliminables, pero no se acepta que la mayor parte de las desigualdades que nos indignan tienen preponderamente un origen social y por tanto no se lucha por eliminarlas.

Esta desigualdad, la natural es la que se acepta y busca eliminar o atenuar, la otra, la social es la que se ignora o fomenta.

Por ejemplo, la propuesta de la derecha de recibir la mayor parte de los ingresos como impuesto al valor agregado mejor conocido como IVA es una propuesta clara de la derecha.

Ellos dicen que es un impuesto fácil de cobrar porque todos consumen y todos lo pagarían. Pero no es lo mismo puesto que no implica el mismo esfuerzo el hecho que un obrero compre un refrigerador al esfuerzo que realiza un expresidente de nuestro país cuando se ve en la necesidad de adquirir el mismo producto. Y aunque el IVA se cobre proporcionalmente, es decir representa un porcentaje del costo, siempre habrá mayor detrimento al bolsillo de quien menos tiene.

Un fenómeno relativamente actual es que muchos partidos que son de derecha no se asumen como tal.

En nuestro país el Partido Acción Nacional nunca se ha proclamado de derechas se autocalifica como perteneciente a una corriente llamada político humanista.

Esto puede tener un doble significado.

Primero, que sepan que la sociedad en general le da al término derecha es sumamente negativo y por tanto usan este eufemismo de la política humanista (centro reformista y humanista como sostiene el secretario juvenil del PAN en Baja California) por que se oye más bonito o menos fuerte.

Por otro podría ser únicamente el ánimo de confundir porque como dice Norberto Bobbio: “En un universo donde las partes contrapuestas son interdependientes (…) la única forma de devaluar al adversario es devaluándose a sí mismo” o lo que es lo mismo donde no hay derechas no hay izquierdas.

16 septiembre, 2009

CELSO PIÑA EN MEXICALI

No sé exactamente cuando viene pero viene!

En el marco del festival de octubre, se presentará Celso Piña en Baja California espero que en Mexicali.

De su más reciente material:


De material anterior:



a bailar!!!!

La B y la V

¿Sabías que...

No es correcto llamar a la
b bilabial y al a v labiodental pues ambas tienen el mismo sonido?


Fuente: Didáctica de la ortografía de Julio Minjarez Hernández y Efrén Nuñez Mata, Ediciones Oasis, S. A.; México.

09 septiembre, 2009

Regionalismo, esclavitud, guerra civil y reincorporación del Sur, 1815-1877

Reflexión de la lectura.
Por Flor Elena Mora Corrales

Pese a que Estados Unidos contaba ya con una constitución, esta no había pasado la prueba más difícil. Aparentemente en ella el pueblo americano se reconocía como una sola nación, no obstante, el desarrollo económico y la diversidad cultural, pusieron en discordia la unidad y fortaleza que habían demostrado en la guerra de independencia.

Fue por ello que muchos estadounidenses pusieron en duda el sistema político y no vieron tan claro como muchos veían que la constitución establecía que la unión americana era una Nación, sino que inferían de su articulado que por lo contrario aquello constituía solamente una confederación de estados.

Con el paso de los años se hizo necesario tomar una decisión y el distinto desarrollo económico, político y social que adquirían por una parte el norte del país y por otro el sur aceleró este acontecimiento.

El progreso de la parte sureña se basó principalmente en la agricultura. Tenía todo para ello, el clima le favorecía se expandía territorialmente, el algodón era un cultivo muy socorrido en el área y muy demandado mundialmente, pero sobre todo el factor que levantó económicamente a esta región fue la esclavitud. Las técnicas agrícolas eran muy rudimentarias y se ocupaba mucha mano de obra y esta institución le proporcionó casi toda la que demandaba.

Aunque el norte también tenía un avanzado desarrollo económico, las estructuras sociales creadas en una y otra región fueron muy distintas. En el sur una casta aristocrática fue cobrando vida. Eran los propietarios de las grandes plantaciones, los adinerados quienes hacían enorme contraste con los campesinos pobres y los esclavos negros.
Norteamérica, de ser el pregonero de la libertad se contradecía con la presencia de la esclavitud en su propio seno. Es por ello que esta institución pretendía ser erradicada y los llamados abolicionistas dieron una ardua lucha para ello. No obstante que nunca fueron mayoría hicieron una campaña que asustó a los esclavistas del sur.

Cuando Lincoln asumió la presidencia, los sureños vieron amenazados erróneamente su derecho a ser propietarios de otros humanos y redactaron la declaración de secesión de los Estados Unidos para formar parte de los Estados Confederados.

El término de esta disputa fue una guerra que cobró aproximadamente medio millón de muertes y aunque la esclavitud veía cerca su fin como institución a nivel mundial, los sureños estaban tan asustados que no vieron que Lincoln no era abolicionista, si acaso era un visionario que previendo un futuro prominente para aquella nación no dudó de mantenerla unida aunque sea por la fuerza.

Como lo deja claro el autor, si Abraham Lincoln abolió dicha institución fue después de que vio que el sur estaba totalmente derrotado y aprovechó la ocasión para erradicar esa práctica con la que personalmente no comulgaba pero que en otras circunstancias no habría hecho gran cosa por eliminarla.

07 septiembre, 2009

Revolución y fundación del Estado Nacional

Reflexión del la lectura Revolución y fundación del Estado Nacional del libro Los Estados Unidos de América de Willi Paul.

Por Flor Elena Mora Corrales

Cuando se lee acerca de los hechos más relevantes ocurridos en los territorios que ocuparon emigrantes europeos iniciado el siglo XVII y que ahora forman parte de la potencia mundial que es Estados Unidos de América, es casi imposible hacer una reflexión acerca de si fue o no la revolución de independencia una verdadera revolución, tal y como la plantea Willi Paul Adams, autor del texto estudiado. Pero coincidiendo con él, creo que no es tan interesante detenerse a pensar si lo fue o no, cuando se compara las condiciones sociales, políticas, culturales y económicas previas al mencionado acontecimiento con las de otros pueblos que hicieron también una revolución. Este análisis comparativo será útil para tener mayor claridad de los cambios que le sucedieron a la independencia de las trece colonias.

Los europeos en posesión de tierras norteamericanas procedían de diversos países, tenían religión, cultura, lengua y problemáticas distintas entre sí. El lazo mas fuerte entre ellos era tal vez sus deseos de prosperar económicamente y de ejercer libremente algún culto religioso. Cuando la corona inglesa puso mayor peso en las imposiciones fiscales, la posibilidad que se frustrara su principal fin, el del progreso económico, fungió como el motor de aquella movilización independentista que acabó accidentadamente en una revolución, pues sin quererlo se instauraron valores e ideologías que más pronto que tarde vinieron a cambiar el sistema de gobierno y fueron modelos políticos de la nueva institucionalización de la soberanía popular.

Una vez que fue declarada la independencia y aceptada incluso por la corona inglesa pocos años después, las condiciones de los Estados Unidos de América fueron delicadas. Sobrevino una depresión que duró alrededor de los cuatro años. Si bien es cierto que la prosperidad que sucedió a la crisis no fue gracias al desarrollo industrial que llegó tarde a Norteamérica, sino por la posición privilegiada que obtuvo como mercader aprovechando que parte de Europa se batía en guerras, a partir de allí y del pacto político alcanzado cuando se confeccionó la Constitución de los Estados Unidos de América, comenzó a visualizarse el gran imperio que sería nuestra vecina nación.

La compra de Luisiana da cuenta de ello y los muchos discursos pronunciados por diferentes personajes de la vida política estadounidense son otra muestra clara de la vocación imperialista. Después de todo, si los vecinos del norte fueron capaces de hacer a un lado sus abismales diferencias, de olvidar sus intereses regionales para poner por encima un interés nacional común, era de esperarse que siguieran por el camino de los que se imponen y no de los sometidos.

La sociología como ciencia. Capítulo 2 del libro Sociología con aplicaciones en países de habla hispana de Richar Gelles y Ann Levine

Sociología Capítulo 2 Richard Gelles - Ann Levine