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30 marzo, 2011

Intercambio y Fuerza Productiva - Carlos Marx y Federico Engels

Campo Mexicalense Foto: Flor Mora
Intercambio y Fuerza Productiva - Carlos Marx y Federico Engels

29 marzo, 2011

De la ciudad a la sociedad urbana - Henri Lefebvre

Centro Histórico de Mexicali. Foto: Flor Mora



De La Ciudad a La Sociedad Urbana - Henri Lefebvre

24 marzo, 2011

Manual de Sociología de la Religión - Ciprianni (Acerca de Parsons y Sorkin)

Manual de Sociología de la Religión (Talcott y Sorokin) - Ciprianni (Fragmento)

Urbes fraccionadas y bajo murallas crean la violencia

Fuente: La Jornada
http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2011/03/24/violencia-construccion-sociopolitica-economica-y-cultural-estudio

Ciudades como Juárez, Tijuana, Aguascalientes y Guadalajara son "propicias" para el fenómeno, dado su crecimiento horizontal, segregado por clases sociales y fraccionamientos amurallados: análisis de cuatro centros y universidades.

Emir Olivares Alonso
Publicado: 24/03/2011 11:56

México, DF. Las violencias de distinto tipo son construcciones sociales, económicas, culturales y políticas. Así lo demostró un estudio multidisciplinario realizado por universidades y centros de investigación en cuatro ciudades del país (Ciudad Juárez, Tijuana, Guadalajara y Aguascalientes).

El análisis subraya que estas urbes son "espacios propicios para la violencia" por su crecimiento horizontal, segregado por clases sociales, con fraccionamientos amurallados, numerosos terrenos baldíos, insuficiencia de espacios públicos y la creciente desubicación de los servicios sociales.

El estudio se presentó esta mañana en el marco del Seminario de la Cuestión Social de la UNAM, donde especialistas universitarios intercambiaron información sobre los hallazgos derivados del trabajo (que se realizó entre 2009 y 2010) en dichas ciudades.

Se basó en los factores económicos, sociales, culturales e incluso políticos que han contribuido a la construcción de violencias de género, juvenil, social, criminal, intrafamiliar, entre otras.

Otro de los hallazgos del diagnóstico es que otros factores “precursores de las violencias” son el congestionamiento de vialidades, la falta de planeación de las mismas y la insuficiencia y el control interesado del transporte público.

Agrega que a partir de la apertura de los mercados de la tierra y de los nuevos desarrollos inmobiliarios alejados de las ciudades con miles de viviendas mínimas y de mala calidad ha incrementado el estrés, enojo y frustración de los habitantes de estas ciudades.

Los expertos proponen que son necesarias políticas preventivas en los campos sociales, económicos y culturales para ir transformando los factores que contribuyen a crear entornos violentos y conductas que lastiman la vida, la dignidad y la propiedad de las personas y las familias.
Los Diagnósticos sobre las Causas Económicas, sociales y culturales de las Violencias en Entornos Urbanos fueron resultado de una investigación impulsada por la Comisión Nacional para Prevenir y erradicar la Violencia contra las Mujeres y coordinados por Iniciativa Ciudadana y Desarrollo Social (INCIDE Social).

22 marzo, 2011

La formación de un universo marginal en las ciudades de América Latina

La formacion de un universo marginal en las ciudades de America Latina

La cultura de la pobreza - Oscar Lewis

Un ensayo acerca del significado y alcances del concepto "Cultura de la pobreza" y su distinción en relación a la pobreza.


La Cultura de La Pobreza - Oscar Lewis

15 marzo, 2011

Megaciudades galopantes por el siglo XXI

Tokio, la ciudad más grande del mundo
Tomado de: http://www.forumenlinea.com/articulos/articulo40.html

Marta Gómez Ferrals / Prensa Latina
plmexico@prensalatina.com.mx

Los expertos y la ONU han divulgado cifras fácticas: desde 2008 la cantidad de humanos residentes en las ciudades del planeta -más de 3 mil millones de personas- ha superado por vez primera a la población rural.

Algo más: para 2050, Naciones Unidas proyecta que la población mundial superará los 9 mil millones de personas, de las cuales casi el 70 por ciento residirá en áreas urbanas.
Una concepción tradicional avala a las grandes ciudades como motores del desarrollo.

De hecho, así lo han sido en muchas naciones, en las cuales se crea el 60 por ciento del producto interno bruto (PIB) y el 80 por ciento del crecimiento económico.

Pero ante el avasallador proceso de urbanización del mundo, disparador de las llamadas mega y meta ciudades desde los países del sur, refuerza preocupaciones e interrogantes en gobiernos, estudiosos y Naciones Unidas.

Porque bien visible es que el desarrollo incontrolado de la urbanización, ya no sólo en países del primer mundo, viene aparejado de la agudización de los conflictos por la desigual distribución de la riqueza, la inequidad social en general y la agudización de la brecha entre los ricos cada vez más ricos y los pobres cada día más pobres.

Y no son pocos los alarmados por las consecuencias, hoy mismo, o a mediano o largo plazos, de la profundización de esas a todas luces insalvables diferencias en las ciudades del siglo XXI. 

Otros datos emitidos por la ONU precisan que más de mil millones de personas sobreviven en barrios marginales de ciudades del llamado tercer mundo.

De modo que ha nacido la pregunta perturbadora de si seguirán cumpliendo el papel de motores del desarrollo económico y social en las descomunales ciudades de hoy y del futuro. Muchos piensan que eso es harina de otro costal y que está en marcha una gran bomba de tiempo.

Un informe de ONU-Habitat, el Programa de Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos, registra que las megaciudades son uno de los más importantes fenómenos de este siglo.

Y hay especialistas que ubican su vertiginoso desarrollo entre los problemas de gran impacto en la vida de la Tierra, como el cambio climático, las hambrunas, la crisis económica global, el desempleo, que abruman al hombre actual.

De acuerdo con preceptos de este programa, las megaciudades son aquellos conglomerados urbanos con más de 10 millones de habitantes, aunque otros expertos comienzan a darles esa categoría a las que tienen más de 5 millones.

La ciudad de Tokio, capital de Japón y hoy día la más grande del mundo, entra en la moderna categoría de metaciudad, a la que se suman otras urbes con más de 20 millones de habitantes. Sin embargo, en Tokio y su zona metropolitana ya habitan 35 millones.

Para 2020 habrán alcanzado esa categoría Bombay, Nueva Delhi, México, San Pablo, Nueva York, Dacca, Yakarta y Lagos y sus respectivas zonas metropolitanas.

El dedo acusador de algunos ciudadanos del mundo señala a la globalización como el disparador del número de megaciudades desprovistas de humanismo que proliferan en el mundo, impulsadas por el capitalismo neoliberal, las inmobiliarias y la sobreexplotación laboral y la excesiva privatización.

Los flujos migratorios internos, debido a desplazamientos obligados por consecuencias climáticas o conflictos, o por la depresión de los programas agrarios, son fuentes principales del crecimiento del proceso urbanizador en muchas naciones de países emergentes, que han apostado por desarrollar megaciudades.

También, desde los países más pobres o en lento y obstaculizado proceso de desarrollo fluyen oleadas migratorias hacia las urbes y metrópolis del norte.

En todo el mundo, también considera la ONU que unas 180 mil personas arriban cada día de entornos rurales a las ciudades. Las grandes urbes de África, un continente afectado por la pobreza, crisis de hambrunas y conflictos sociales, resultan imanes de atracción para un número incrementado de personas.

A todos los motiva la esperanza de oportunidades para una vida mejor y a un gran número hasta una perentoria necesidad de supervivencia, algo que ni siquiera imaginan o saben los habitantes de las cultas y estables naciones desarrolladas.

Esos enormes flujos de campesinos o aldeanos emigrantes hacia las grandes urbes de sus países o del norte desarrollado, una vez en estos, casi siempre se ven obligados a mantenerse fuera de la esfera del Estado, porque la economía formal no está en condiciones de absorberlos.

Serán allí ciudadanos de segunda o tercera clases, condenados a hacer los peores trabajos, cuando logran vínculos legales, y sin acceso a servicios de educación o salud.

Muchos estudiosos han alertado sobre la forma desorganizada y salvaje del desarrollo de las megaciudades e incluso de las medianas o más pequeñas. Millones de esas personas deberán habitarlas sin contar con vivienda propia.

Según la OMS, se ha calculado que más de 100 millones de personas, en su mayoría niños, pernoctan en las calles de las ciudades más pobladas del planeta, gracias a alimentos encontrados en basurales. Se codean con los detritus y desperdicios, ocasionadores de muchas enfermedades.

Quién no conoce las chabolas, las villas miseria, las favelas. Las megaciudades acentúan y refinan la polarización social.

Los ricos se aíslan, buscando protección contra los elevados índices de criminalidad y convierten sus barriadas en fortificaciones protegidas con la más moderna tecnología.
Poco o nada se hace para aliviar o mitigar la desigualdad, causa fundamental de la violencia y el crimen de los que tanto se protegen.

Analistas y personas de mediano sentido común perciben la carga explosiva implícita en esta situación, y no cesan de alertar, mientras todavía no se hace lo suficiente, y se aceleran las urbanizaciones.

A las ciudades del mundo se les suman cerca de 200 mil seres humanos cada día, según el informe anual de ONU-Habitat, presentado recientemente en Bruselas. Otro inconveniente de las megaciudades es la contaminación de su aire, el agua y el entorno general. El tráfico eleva la toxicidad ambiental, debido a las grandes cantidades de dióxido de carbono.

ONU-Habitat ha insistido en la necesidad de hacer cuantiosas inversiones para afrontar el desarrollo urbano galopante que predominará, sin freno, en el siglo XXI.

De lo contrario, cada vez se verán más alejados los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
Si no se toman medidas, advierten sus expertos, los resultados podrían ser la violencia y el caos.

La actual crisis económico-financiera demuestra que no alcanza con dejar en manos del mercado la concepción de las futuras grandes aglomeraciones urbanas, apunta el programa de la ONU.

Habría que hacer mucho más, claro está. Dedicarse seriamente a cambiar los inoperantes modelos económicos vigentes en el nivel global. Pero mientras eso llega, se podrían iniciar las inversiones en los programas sociales.

02 marzo, 2011

Pobreza, Desigualdad y Convergencia Los Objetivos del Milenio

SEPTIMO CONGRESO INTERNACIONAL SOBRE
Pobreza, Desigualdad y Convergencia
Los Objetivos del Milenio
3 al 23 de marzo de 2011
COSTO: 10 EUROS

http://www.eumed.net/eve/7pdc.htm

Temas a debate:

- Pobreza y deuda externa
- Cuantificación de la pobreza mediante indicadores alternativos
- Efecto Educación sobre la Desigualdad de la Renta
- Crítica al interés del Banco Mundial por la pobreza
- Pobreza, precios y trabajo cuenta propia
- Análisis de las causas de la pobreza
- La distribución del ingreso y el sector informal en el estado de Oaxaca
- Exclusión Social, más allá de la pobreza
- Estrategias para financiar el cumplimiento de los Objetivos Metas del Milenio - ODM

Inscripciones: http://www.eumed.net/eve/inscribir.htm