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25 mayo, 2009

Escuela de Frankfurt y la aportación de Max Horkeimer

Esta fue un resumen de información que encontré en internet que elaboré para una exposición en la materia de sociología funcionalista.

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ESCUELA DE FRANKFURT

Fue una institución cultural independiente pero asociada a la Universidad de Frankfurt que surge el 23 de febrero de 1923, en Frankfurt, Alemania, como Instituto de Investigación Social (Instituto für Sozial Forschung).

Sus iniciadores fueron Felix Weil, Friedrich Pollock, Kurt Albert Gerlach y el joven Max Horkheimer, el estudio del Marxismo, pero no desde una perspectiva de afiliación política sino desde la actualización de los conceptos y problemas de la obra misma de Marx (se pensó en llamar al instituto “Instituto de Marxismo”).

En un primer momento el instituto se centra en estudiar temas sobre la historia del socialismo y el movimiento obrero, pero es con la dirección de Horkeimer cuando da un giro y se acerca más a lo que la Escuela de Frankfurt es actualmente.

Los trabajos de Horkheimer/Adorno, Benjamin, Fromm y Marcuse delinean el sentido intelectual de la Escuela de Frankfurt.

Horkheimer acuña la frase teoría crítica pero es el binomio Horkheimer/Adorno el que sienta las bases de esta teoría (alrededor de 1938 cuando Adorno se asocia formalmente a la escuela).

Después de que el eje de investigación teórica y metodológica era la “dominación” el ascenso de Hitler al poder conlleva el cierre en 1933 del Instituto, el exilio, el encarcelamiento de algunos de sus miembros y la muerte prematura de una personalidad tan decisiva como la de Walter Benjamin cuya obra no deja de revalorizarse.

La escuela cambia de sede pasando por Ginebra, París y asentándose finalmente en Nueva York donde se consolida la llamada Teoría Crítica (aunque después se traslada a Los Angeles).

En 1948 vuelven a Frankfurt Horkeimer, Adorno y Pollock y su regreso se ve como una reivinidicación alemana opuesta a la mala conciencia desatada por el nazismo. Se mantienen en los Estados Unidos Marcuse, Neumann, Kirchheimer y Löwenthal.

Primera etapa: Fundación (1923-1924). El Instituto de Investigación Social se vincula a la Universidad de Frankfurt. La publicación de la Zeitschrift für Sozialforschung, en l932, establece de una manera general la línea de investigaciones de carácter crítico-dialéctico.

Segunda Etapa: A partir de 1932 con la dirección de Horkheimer. El exilio de la escuela, su contacto con la cultura norteamericana que introduce y consolida el estudio de la sociedad post-industrial y sus estructuras sociopolíticas y culturales; y finalmente el regreso de la escuela a Frankfurt.
Tercera etapa Desde 1950 hasta la muerte de Adorno en l969 y de Horkheimer en l973, se llevan a cabo importantes aportaciones teóricas y metodológicas de la Teoría Crítica.

Cuarta etapa. Se identifica con el final de la Teoría Crítica clásica (Horkheimer, Adorno, Marcuse) y surge una segunda generación de teóricos (Jürgen Habermas, Claus Offe, Oscar Negt, Alfred Schmidt y Albrecht Wellmer, preferentemente). Se introducen paradigmas nuevos a la teoría crítica. La obra weberiana enriquecerá la investigación social neofrankfurtiana. Y, asimismo, métodos empíricos provenientes de la tradición positivista y funcional-sistémica entran a formar parte de los estudios orientados, sobre todo, al análisis de la sociedad post-industrial y de sus estructuras.

Alrededor de este instituto se reúnen intelectuales de diferentes sectores del saber Europeo con una serie de características comunes:

• Interés teórico-práctico por el marxismo
• Concepto de la filosofía como teoría crítica de la sociedad, más que como creación de sistemas filosóficos o meras descripciones de la realidad
• Rechazo de la pura especulación filosófica, dedicándose al conocimiento de lo que ellos llaman el mundo de la vida
• Oposición a los planteamientos de la escuela neopositivista lógica
• Oposición al concepto de razón como razón ilustrada y a la idea de progreso que surge en el siglo XVIII

HORKHEIMER

(Stuttgart, 1895 - Nuremberg, 1973) Filósofo y sociólogo alemán. Hijo de un industrial judío. Sus inspiraciones intelectuales son Schopenhauer, Kant, Dilthey, Hegel y Marx, pasando por Nietzche y Freud.

Horkheimer dirá que la ilustración reprimió y olvidó a la razón objetiva, es decir, una racionalidad inherente a la realidad en sí misma que permitía la determinación de fines e ideales de por sí deseables. Pero más tarde, opinará que en realidad, no se trata de tomar partido por una de las formas de racionalidad ya que ambas conducen a excesos. La razón objetiva conduce a la afirmación de valores ilusorios y a crear ideologías reaccionarias... la razón subjetiva, desembocará en un materialismo vulgar e incluso, la barbarie de la dominación. La autocrítica de la razón debería apuntar a superar las limitaciones de ambos extremos en una síntesis dialéctica.
obras principales: 

Estudios sobre Autoridad y familia (l936), Teoría tradicional y teoría crítica (l937), Dialéctica de la Ilustración (l948) conjuntamente escrita con Adorno, Teoría Crítica (l968), aparte de un conjunto de estudios como La crítica del juicio de Kant como lazo de unión entre la filosofía teórica y la práctica (l925), Comienzos de la filosofía burguesa de la historia (l931) o la firmada bajo el seudónimo de "Heinrich Fegius" Ocaso. Asimismo, obras tan características como Sociológica (con Adorno).


Las aportaciones primordiales de Horkheimer se compendian en:

1. Distinción básica entre razón crítica y razón instrumental, elemental para constituir núcleos e investigación y de método introduciendo, en este punto, una revalorización de lo cualitativo frente a lo cuantitativo. La autopresentación del positivismo como metodología experimental acentúa el carácter instrumental de la razón. Por consiguiente, esa racionalidad instrumental acaba siendo el instrumento de la dominación colectiva. La destrucción de la Naturaleza bajo los principios de la ganancia y explotación del ser humano revestida de la retórica de la eficacia y la utilidad son producto del instrumentalismo convertido en proceso científico y tecnológico.

2. Consecuencias sociopolíticas de la razón instrumental. A partir de la experiencia del Nazismo, como compendio de la acción de una racionalidad administrada y planificada en función de una dominación "eficiente", Hokheimer estudia -sirviéndose del psicoanálisis- la estructura de autoridad, y su paso al autoritarismo, así como su transmisión en la familia.


El Nazismo y el fascismo constituyen fenómenos sociopolíticos en los que el poder y la conciencia funcionan al unísono. El sistema de prejuicios articula unos tipos de carácteres que son el sustrato profundo para el triunfo del autoritarismo y de los más temibles movimientos de masas. Sin embargo, con la desaparición del Nazismo de Hitler no desaparecen los procesos de autoritarismo latente. 

Al contrario, la cultura de masas y la sociedad capitalista de consumo representan el renacer de la razón instrumental que convierte a los sujetos en objetos y a los objetos los sitúa como las finalidades de la vida humana. La sociedad de consumo de masas, por tanto, es la que altera el esquema medio-fin, haciendo que los medios parezcan los fines y, a la inversa, los fines y objetivos de una existencia realizada (amistad, conocimiento, realización) los vuelve medios para el consumo de productos serializados y homogeneizados en los que el individuo "deberá" encontrar su "ser".

- Sin embargo, Horkheimer no queda en la mera denuncia de la dialéctica de la alienación. Siguiendo su revisión epistemológica del papel de la Filosofía y de la Ciencia Social en un proyecto que no sea el de la dominación, será quien establezca lo que debe entenderse como la función social de la teoría. 

La Teoría Crítica, entonces, reclama una vuelta a la razón especulativa que el positivismo intentó eliminar bajo la etiqueta de "metafísica". Para Horkheimer, la necesidad de una antropología crítica que reinstaure al ser humano en su lugar histórico, pasa por la emancipación del subjetivismo casi autista en el que el consumo ha confinado al individuo y por la reinstauración de aquellas posiciones intelectuales -incluidas la metafísica, el arte o la teología- que han impulsado al ser humano hacia su liberación. La búsqueda del sentido, como afirmaba Horkheimer, es prevenir que el principio de dominación no triunfe en la Historia y de aquí la responsabilidad de la Filosofía ante el sufrimiento del mundo.

“Pero ser incompleto y saberlo es también señal del pensamiento, y justamente de ese pensamiento con el que vale la pena morir”
(Th. W. Adorno y M. Horkherimer, Dialéctica de la Ilustración)

La teoría crítica de Max Horkheimer

En 1937, Max Horkheimer publicó lo que para algunos es el verdadero manifiesto fundacional de la Escuela de Frankfurt, el trabajo titulado Teoría tradicional y teoría crítica. En él aparece por vez primera la expresión teoría crítica, que luego quedaría acuñada como definitoria de la propuesta del grupo. Su caracterización la lleva a cabo Horkheimer más por contraposición a la teoría tradicional que por definición de sus propios rasgos.

Se trata de presentar una propuesta teórica que asuma las transformaciones que se están produciendo en las sociedades desarrolladas avanzadas, transformaciones que quedan insuficientemente entendidas en las doctrinas existentes, incluyendo en este capítulo al mismo marxismo. En concreto, las formas de dominación y de manipulación de la conciencia características de las nuevas fases del desarrollo capitalista han variado y requieren una respuesta teórica acorde con esas variaciones. Hay que promover un debate que discuta acerca de los supuestos ideológicos que operan bajo nuestras formas habituales de conocimiento y, más allá, plantee la cuestión de qué idea de razón (si es que existe alguna) nos parece deseable.

Horkheimer no considera necesario discutir ni la eficacia ni la validez lógica de la teoría tradicional. No hay duda de que el modelo tradicional de ciencia funciona: «los progresos técnicos de la época burguesa son inseparables de esta función de cultivo de la ciencia». Lo que merece la pena debatir es, además de su concepción de la razón, la forma en que entiende la función social de la teoría. Esto es precisamente lo que, a ojos de Horkheimer, resulta más característico y más criticable de la teoría tradicional: su pretensión de neutralidad. Él piensa, con Hegel y con Lukács, que el análisis de la sociedad existente es en sí un elemento de esa sociedad, una forma de autoconciencia. Lo que significa, por lo pronto, que no hay teoría que permanezca al margen de la realidad social, fundamentalmente porque no existe ese lugar imaginario incontaminado.


Teoria Tradicional y Teoria Critica - Max Horkheimer


Sinopsis

En este ensayo trata Horkheimer de definir y fundamentar un modo de entender la investigación científica que renuncia a los tópicos de la teoría tradicional de cuño positivista la neutralidad valorativa y la orientación técnica del saber científico y que, retomando expresamente la peculiar síntesis de aspiración al máximo rigor científico y de máximo compromiso político que caracteriza a la teoría económica de El capital de Marx, reconoce expresamente el interés práctico que la determina, su condición de teoría políticamente comprometida en la instauración de una sociedad racional y justa. 

Muy diferente es el segundo ensayo que compone este volumen, «Razón y autoconservación» 1942, perteneciente a una segunda época del pensamiento del autor marcada por la experiencia del fascismo y de la Segunda Guerra Mundial y caracterizada por el abandono del programa revolucionario marxista y la sustitución de las investigaciones sociológicas positivas por una crítica radical de la cultura centrada en torno al fenómeno de la reducción de toda racionalidad a razón instrumental, crítica que culmina en la gran obra conjunta de Horkheimer y Adorno, Dialéctica de la Ilustración. 

Este volumen muestra, pues, el contraste entre dos períodos muy diferentes del itinerario de la Escuela de Frankfort, y permite al lector valorar si la teoría crítica debe ejercerse como crítica filosófica de la cultura o si por el contrario como cree Habermas debe recuperar los rasgos que definiera Horkheimer en su ensayo, ya clásico, de 1937. 

La introducción ha corrido a cargo de Jacobo Muñoz, catedrático de Filosofía de la Universidad Complutense y especialista en pensamiento contemporáneo, sobre cuyas diferentes corrientes ha publicado numerosos trabajos.

22 mayo, 2009

A los amigos de Jorge

Tomado del diario local: La Crónica

Zona libre

Jesús López Toledo

A los amigos de Jorge
La vida le plantea al ser humano en todas las etapas de su vida retos, pruebas, unas duras, otras agradables, pero la actitud que se asuma frente a estos momentos marca definitivamente el carácter de las personas. 

Fortaleza o debilidad se plantan en los extremos para salir o quedarse detenidos en las adversidades o en las felicidades. Aquí no existen los justos medios, ni los más o menos, pero si se tuviera que elegir lo mejor, por supuesto que es salir adelante. Este salir adelante no resulta fácil hacerlo, sí decirlo, pero la condición humana es diversa.

Nuestro querido amigo Jorge Valenzuela Santiago hoy se halla ante a un jurado que lo tiene enfrentado a los tragos más amargos que la vida puede ofrecer a una persona. Está presentando un examen para el cual no estaba preparado por inesperado, pero lo está haciendo con valentía y estamos seguros que saldrá adelante y que pronto volveremos a nuestras amables y ríspidas charlas, de horas interminables, en donde el mundo no es nada frente a nuestras disquisiciones profundamente utópicas.

Al dolor físico se le une la estrujante molestia espiritual. En cuestión de horas el mundo le hizo en una mala jugada. En realidad no somos nada y en un chasquido de los dedos, la rueda de la fortuna y de la dicha se puede convertir en un calvario, como el que el maestro Jorge está viviendo.

A todos los amigos del maestro Jorge Valenzuela se les pide que le regalen lo que más aprecien y valoren, elevar sus oraciones para que encuentre la paz y el consuelo, enviar vibraciones positivas para que su alma se fortalezca, que junten deseos y pensamientos de recuperación, para que desde su gran dolor, éste sea mitigado cual bálsamo milagroso que le permita encontrar un camino de reflexión que le haga llevadero este penoso momento.

El maestro Jorge conocerá a sus amigos, como yo lo conozco a él, como un gran amigo, ésos que durante toda esta pesada travesía no lo van a abandonar. Esos amigos que hacen propio lo que ocurre con el otro, los que toman la miel y la hiel en la misma proporción y en cualquier momento. Seguro que serán muy pocos, porque los verdaderos amigos son muy pocos. 

Tal vez algunos piensan que la desgracia no los va a acompañar nunca y por eso mismo ignoran, no saben el milagro que es una palabra de cariño y afecto, una palmada, un abrazo en situaciones de inestabilidad emocional.

Jorge durante su vida ha sabido levantar muros a la amistad verdadera, su amistad no tiene condiciones ni límites y basta con que él sepa que alguien necesita ayuda, y busca, si no tiene, la forma de darle al otro lo que pueda y lo que tengo. 

Jorge es desprendido hasta lo inimaginable. Claro que tiene personas que no comulgan con él ni con sus ideas, es lo característico de todos, así que eso no es nuevo para Jorge.

Hoy es nuestro amigo Jorge, mañana no sabemos quién será. Hoy el fantasma de la solidaridad y de la comunión fraterna flota buscando acercar al lecho de dolor de Jorge a sus amigos. Conociendo su fortaleza y su forma de ver la vida, estamos seguros que esta negra página pronto tendrá una vuelta, seguro la vida ya no volverá a ser igual, porque ese dolor no se supera jamás, pero sí se puede aprender a vivir con un puñal clavado hasta la empuñadura.

Amigo Jorge, en nuestro último encuentro establecimos varios compromisos que tenemos que sacar adelante. Cuando éstos hayan quedado cumplidos, los siguientes tendrán que plantearse. 
Nada va a poder detener nuestros encuentros, todavía quedan muchos problemas qué plantear y proponer resoluciones, muchos discos compactos qué escuchar, muchos libros qué reseñar, muchas películas qué comentar. 

Dios aprieta pero no ahorca, y Él está contigo, tu compañera y tus hijos. Muy pronto nos veremos. Solidaridad Jorge.

El autor es profesor normalista y sociólogo.
correo: jeloto@hotmail.com